La adultez o el momento de la madurez llega cuando poco a poco el resto de personas va olvidandose de las cosas realmente divertidas y la mayoria de veces casi nadie acepta que hagas algo sin asignarle alguna justificación. Es aquello que tu mismo comienzas a creer que debes hacer y terminas siendo responsable de tus actos y organizas tu vida de forma que todo lo que sea placer, diversion o sueño solo encage en esas horas que son a partir de las 6 y los fines de semana, pues es obvio que con la madurez uno ha logrado concentrar sus esfuerzos en una actividad que sea estudio o trabajo o creación, requiere de la famosa concentración y sobre todo de dedicación.
Esa es la adultez en donde muchas cosas comienzan a girar en determinados planetas y nuestro propio universo se comienza a alejar de nosotros nuestras estrellas mas brillantes que una vez alumbraron nuestros impetus simplemente ahora dan destellos parpadeantes que poca luz nos entrega.
Hasta el amor deja de ser apasionado y no es más que un conjunto de apuestas por encajar ese mundo hecho de la adultez con los momentos para amar asi nuestra vida amorosa se llena en los espacios que dejan el trabajo o los estudios y asi solo uno puede tener limitadas opciones para amar si casi siempre terminamos caminando en esos caminos.
Asi es la adultez llena de alegrias pero alegrias estacionarias estaticas de hogar de cocina, de supermercado de enseñar de hablar. Pero ya sin fuerza para descubrir, jugar, explorar no hacer nada, eso que casi siempre culpamos a nuestra inmadurez pero que nada puede generar la sensación de vida que tiene esa forma inmadura inadulta de la juventud.
